Mi opinión sobre el uso de los anabolizantes

Escrito por Armonth el 16 de diciembre del 2010 @ 12:55. Archivado en Personal.

Tenía pendiente una entrada-opinión sobre mi perspectiva del uso de los esteroides, como opinión que es, es mía e intransferible.

Los esteroides anabolizantes son derivados de la testosterona y disponen de mala prensa por su uso generalizado en la competición.

El tema puede dar para muchas polémicas pero básicamente se les considera “dopaje” en la competición: jugar sucio. El porque eso se le considera jugar sucio pero operarse la vista para tener mayor visión de profundidad de lo normal como hizo Tiger Woods no (en el golf la vista es muy importante) como decían en Bigger, Stronger, Faster da para pensar.

Desde el principio mi decisión es de no ofrecer información concreta sobre los esteroides, sus ciclos y sus post-ciclo (un post-ciclo es el programa, normalmente hormonal con anti-estrogenos, para impedir o al menos mitigar la aparición de los efectos secundarios y recuperar la función normal del eje hormonal). Más que nada porque el que no sabe de estos temas no debería meterse… y mucho menos recomendar a los demás.

Ahora bien: creo sinceramente que una persona que dedica su tiempo entrenando debe llegar hasta donde pueda… o quiera. Si bien los cambios que cualquiera de nosotros podemos obtener los dos primeros años de entrenamiento son espectaculares poco a poco en los años posteriores (y décadas posteriores) se obtendrán de forma más lenta. Al mismo tiempo la aparición de periodos de estancamiento se hará más habitual.

Mientras que ganar dos kilogramos de masa muscular en solo un par de meses no es ninguna locura siendo “novato” con el tiempo los veteranos darán gracias si consiguen esos dos kilogramos en un año y más si lo consiguen sin aumentar mucho el % graso.

Eso es debido a que toda persona tiene una meseta natural: un punto alcanzable en que es prácticamente imposible conseguir avances de forma natural. Llegados a ése punto (e incluso algo antes) es razonable que la gente se plantee el uso de anabolizantes.

Si cogemos todo esto y le sumamos el hecho de que este máximo natural queda lejos de lo que tiene un culturista de competición (que desde fuera incluso nos preguntamos “si son humanos” ;P) te topas con una verdad molesta: si quieres competir tendrás que usarlos sí o sí.

¡Vale! Sé que podemos argumentar que hay “competiciones naturales” pero la realidad es que para muchos eso significa haber estado, al menos, un año sin ciclos. Así que no es raro que en éstas competiciones haya participantes con “ventaja química”. Para mal o para bien no hay prácticamente ningún deporte competitivo en que no haya dopaje: ¡incluso algunos ajedrecistas se dopan!.

Por otro lado está el otro lado de la moneda: los que lo toman creyendo que son inofensivos o el camino fácil (o incluso el único camino) cuando no están ni a 2/5 de alcanzar su meseta natural. Son a menudo los llamados “pre-playas” quienes eligen este camino: van al gimnasio tres meses sólo para lucir en verano, comen mal y entrenan peor, el resto del año no se cuidan y muchos deciden tomar esteroides aunque no les hace falta…

E incluso diría que muchos no los van a aprovechar ya que sin una buena base previa no sirven (no hacen milagros, no te hacen sacar músculo porque sí, sólo alargan los límites máximos: ponen mucho más arriba la meseta, mayor capacidad de recuperación post-entrenamiento, mayor síntesis proteínica, etcétera).

Sumale a todo ello que mucha gente “los tomará mal” (sin post-ciclo) y que sufrirán con mucha mayor facilidad los efectos secundarios variados y que incluso “tomándolos bien” pueden surgir (aunque no siempre) y se entiende perfectamente cuando una comisión médica rechaza dar un trasplante a alguien que se ha metido esteroides… al igual que otros casos como alcoholismo: consideran que “te lo has buscado” y, a menudo, no sin falta de razón.

Los efectos secundarios que se pueden padecer son, entre otros posibles:

  • Retención de agua, grasa y aparición de ginecomastia (por los estrógenos).
  • Posibilidad de dañar el hígado (sólo en los c17-alfa alkilatados) y en el riñón.
  • Acné en grandes cantidades sobretodo en la espalda.
  • Agrandamiento de próstata (y gracias a ello un posible cáncer de próstata).
  • Agresividad (poco común pero por algo lo llaman en inglés “roids-rage”).
  • Alta presión sanguínea.
  • Atrofia testicular e impotencia.
  • Coagulación sanguínea: de por sí tiene poco riesgo pero hace más peligroso un accidente grave.
  • Cáncer.
  • Shock anafiláctico.
  • Defectos graves en neonatos.
  • Interrupción del crecimiento en adolescentes.
  • Depresión y dolores de cabeza crónicos.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Calvicie (si se tiene predisposición… cualquier cosa que aumente la testosterona).
  • Etcétera…

Por ello que cada uno haga lo que quiera, bajo su propia responsabilidad, la lista de efectos secundarios en mi caso hace que ni me los plantee (además que estoy lejos de mi meseta natural, sería imbécil por querer tomar atajos difusos). Que cada uno llegue donde quiera… y cargando con sus propias decisiones.

Un comentario

  1. Carlos #1

    2 febrero 2011 @ 12:59

    Buena opinión! Estoy de acuerdo contigo en todo.

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